La semana pasada, camino a una actividad, recibo la notificación del correo enviado por una empresa a la que acompañamos desde hace dos años. Planteaban un pequeño problema con el formulario de inscripción a los talleres virtuales sincrónicos. ¿Qué pasaba? Algunos usuarios solían completarlo dos veces y cuando sacaban los listados de inscriptos aparecían participantes duplicados. En una lista de 100 personas, podemos recordar los nombres, pero en un número mayor, este “detalle” se escapa.
¿Cómo evitar esto que luego impacta en los registros estadísticos?
Sabía que había una forma, pero quería probarla. Les anticipé que en la tarde tendrían una respuesta y ni bien llegué a destino pedí un equipo. Revisé la configuración del formulario, consulté un par de tutoriales en la web y por las dudas busqué un plan B. De regreso a mi lugar habitual de trabajo, armé un par de pruebas que resultaron exitosas y les acerqué un tutorial para que aplicaran los cambios requeridos.
Esta semana les escribí porque están por lanzar otra capacitación y es una excelente oportunidad para poner a prueba el nuevo formulario. Cruzamos los dedos 😊…
A veces, las organizaciones con las cuales colaboramos no necesitan grandes servicios, sino soluciones rápidas a los pequeños inconvenientes que se le presentan en su día a día. Y en esas ocasiones, es cuando valoran nuestras respuestas.
¿Vos también sos de las personas que aprecian los detalles, aquellos servicios mínimos, cambios o mejoras que te facilitan el trabajo diario?
Si es así, ¡te invitamos a confiar en nuestro equipo!